sábado, 27 de septiembre de 2014

Resumen de la 19ª entrega de la Teoría social



La Sociedad Inversa

La inversión social está fundamentada en el principio de incompetencia, que, con otros elementos, conformarán la Sociedad Inversa, que estamos desarrollando y desarrollaremos formalmente cuando hayamos acotado convenientemente todas las otras resistencias del sistema y hecho sus rectificaciones, cuáles se abordan mediante la inversión (como la eficacia que acabamos de tratar, y la enajenación) y cuáles, además de la aportación estructural de los principios de verdad (o control de la polarización política), precisan de un tratamiento adicional u otros tipos de correcciones, que serán los que darán forma finalmente a nuestro modelo social. De acuerdo con lo anterior, lo que sigue es en primer orden un desarrollo del sistema desde la perspectiva de los principios y la efectividad en el contexto de la bipolaridad y el efecto transistor, pero más allá de esto es una puesta en firme de los fundamentos (políticos, judiciales, educativos) de la sociedad para crear este sistema. Al este respecto hay que entender que la ejemplificación usada sirve para dar cuerpo a la estructura y caracterizarla suficientemente para nuestros fines, y desde nuestros presupuestos, pero que en modo alguno pretende ser detallada o completa del área pertinente a sabiendas de que de cada área, tal como se indicó al inicio, existen estudios, y estudiosos que pueden hacer más estudios y análisis, y que sin duda lo hacen; lo que, por otra parte, pone de relieve que no precisamos ese detalle y que el problema no es de falta de analistas ni análisis sino de entendimiento transversal, de voluntad, y de la posibilidad de encajar cualquier sistemática, de forma efectiva (como dijimos, que no se diluya o pierda), en otra más general. La cuestión no es realizar estudios particulares sino alcanzar un conocimiento lo más completo posible del sistema que nos permita ejecutar ajustes pequeños pero firmes con una determinada jerarquía, de la que se beneficiaría en progresión geométrica los diferentes planos del sistema, porque del mismo modo que, en un ordenador, un software no puede funcionar sin un buen sistema operativo, y un dispositivo sin un software, o, cada uno de los niveles de lenguaje de un protocolo sin el entendimiento de los respectivos niveles inferiores, el sistema social presenta una inevitable y característica jerarquía que involucra a unos órdenes con otros predominantemente en un sentido, y los hace inútiles si la acción es pobre o inversa, tal como hemos visto, desarrollado y caracterizado, en la efectividad. En consecuencia presentamos una jerarquía u orden lógico, que, no obstante, debido a la dificultad de los cambios sencillos e impactantes de los estadios inferiores, difícilmente será el de aplicación, por lo que la misma se hará como en general se hace todo en las sociedades, esto es, mediante relaciones recíprocas entre los diferentes estadios, sólo que aquí a través del esquema, agotando las posibilidades de cada nivel, y no por un simple mecanismo de reacción.




1. El principio de verdad y la bipolaridad política
La polaridad política es tomar una determinada posición diferenciada de las existentes, que pretende alcanzar para sí un dominio similar a otro polo dominante (en cuanto que éste puede tratar de evitarlo), para lo que se nutre de determinada carga ideológica y fuerza social, es decir, se crea en torno a ciertos principios, anhelos de prosperidad o señas de identidad. En ocasiones,.... [SIGUE]


Nota: Como se puede ver, además de la introducción al bloque general, tenemos un párrafo que muy bien podríamos haber titulado "El principio de verdad y el derecho de autodeterminación (1/3, en este caso)". Esto es un análisis general de ese derecho y sentimiento al margen de la coyuntura catalana actual, aunque no del escenario planteado a lo largo de los últimos años. Comentarios particulares podrían venir después.